Cristian Vial es Ingeniero Comercial de la Pontificia Universidad católica de Chile, MBA ESE Business School, con destacada experiencia local e internacional en Dirección General de Empresas. Experto en Desarrollo de Nuevos Negocios, Estrategia y Mercados Internacionales.
Dado su liderazgo cercano, trabajo en equipo, relaciones interpersonales y la apertura al aprendizaje, permitieron su llegada, conexión y posicionamiento interno con todo el equipo CIM UC.
Hoy, su cargo dentro del Centro busca liderar y conectar a la industria, academia y gobierno, permitiendo llevar una agenda completa con destacados miembros en cada una de ellas.
Para saber más sobre su visión y los desafíos que tiene el material madera, realizamos la siguiente entrevista que compartimos con ustedes.
En primera instancia, al preguntarle por qué decidió postularse al cargo que se enunciaba, Cristián menciona:
"El Centro es un lugar de gran prestigio, no solo por las empresas socias, sino también por la gran calidad de los académicos que están involucrados. No es de extrañar, por tanto, la cantidad de investigación y proyectos que han salido del CIM en los últimos años. Creo que han demostrado un liderazgo a nivel nacional que indudablemente los ha posicionado como un Centro de referencia".
De acuerdo a su óptica profesional, ¿cuáles son los desafíos que hoy tiene la industria de la construcción?
La industria de la construcción enfrenta dos amenazas enormes. Por un lado, es una de las industrias más contaminantes, siendo responsable por ejemplo del 39% de las emisiones de CO2. Por el otro, es un sector que tiene un serio problema de productividad y un evidente retraso en su transformación digital. ¡Muchas veces se dice que no existe gran diferencia entre la forma que construían los romanos y como lo hacemos hoy! Existe abundante literatura al respecto, pero basta leer a Mckinsey o al World Economic fórum para darse cuenta de la precaria situación en que se encuentra este sector. Es muy probable que en los próximos años veamos numerosas empresas tecnológicas que comienzan a transformar la forma en que edificamos nuestras viviendas e infraestructura. Si a esto le agregamos la incidencia que tiene la construcción en términos de mano de obra y lo que representa del PIB, estamos frente a una de las industrias que más cambiará en el corto plazo.
¿Qué hace falta para potenciar a la construcción con madera?
En Chile existe una larga historia de construcción en madera, especialmente en el sur de nuestro país que fue perdiendo cierta competitividad frente a otras materialidades. Hoy el uso de la madera en vivienda representa en torno al 20%, donde el hormigón es el líder indiscutible. La madera a nivel mundial esta viviendo un boom. Países que tradicionalmente han construido en madera están haciendo esfuerzos por llevar esta materialidad a edificios sobre los 10 pisos. Esta experiencia internacional junto con las propiedades de la madera son las mejores herramientas para fortalecer su uso en Chile. Se requiere varias líneas de trabajo que van desde el sector público a la demanda privada por viviendas en madera. Tenemos, por tanto, desafíos en toda la cadena de valor desde contar con materia prima adecuada hasta lograr que las constructoras se encanten con esta nueva forma de construir que requiere un cambio en la forma en que tradicionalmente lo han hecho.
¿Qué acciones concretas realizaría usted para impulsar este objetivo?
En primer lugar, debemos fortalecer nuestra relación con los mandantes públicos, tanto a nivel del Minvu como también el MOP. Luego existen desafíos importantes a nivel normativo que permitan aprovechar de mejor manera las características propias de la madera. También es necesario que abramos otros círculos de conversación desde las constructoras, pasando por las inmobiliarias, incluso debemos acercarnos al sector financiero y de los seguros.
Una línea de acción incipiente, es la relacionada con la formación de profesionales y técnicos. Si no existe gente que se sienta cercana y cómoda con la materialidad, será muy difícil que empiecen a trabajar con ella.
Necesitamos con urgencia encantar a inmobiliarias y constructoras, para lo cual debemos vincularnos a ellas con mucha fuerza y recoger cuales son sus aprensiones para poder apoyarlas adecuadamente. Solo en la medida en que las empresas tengan confianza con la materialidad y su forma de trabajarla estarán dispuestas a dar pasos que favorezcan su uso.
¿De qué forma, la colaboración entre academia, gobierno e industria, es una oportunidad de crecimiento?
La experiencia internacional demuestra que la colaboración público-privado es fundamental para el desarrollo de los países. Uno puede observar eso en los países nórdicos, Inglaterra, Canadá o Australia. En todos ellos, la empresa y el estado se sientan juntos a resolver los problemas, generando puentes que puedan fortalecer la confianza y permita resolver las diferencias que pueda haber.
Por otro lado, Chile es uno de los países con menor inversión en I&D de la OECD, razón por la cual, tener una universidad que este desarrollando investigación de nivel mundial es de gran importancia. En este sentido el compromiso de las Facultades y Escuelas con el Centro de Innovación en Madera ha sido fundamental para su desarrollo y éxito.
La posibilidad de tener en el Centro a las empresas líderes de la industria, junto al respaldo de la Pontificia Universidad Católica, en permanente diálogo con el mundo público es invaluable. Solo en este diálogo seremos capaces de cambiar la construcción en madera.
También lea la entrevista que le realizó Masisa.
¿Cómo cree que se debería potenciar este triángulo?
Este triángulo requiere fortalecer nuestras redes para potenciar el vínculo que existe entre los distintos actores. Hoy toda la discusión que existe en torno a la innovación considera el insertarse en un ecosistema, es decir, en una red de organizaciones que pueden colaborar entre sí. Debemos, por tanto, pensar bajo la misma lógica, es decir, como potenciamos el ecosistema en torno a la construcción en madera. Esta red debe incorporar a las empresas existentes y al mundo público, pero también debemos abrirnos a otras empresas que aún están alejadas del tema. Asimismo, tenemos que incrementar nuestros vínculos con otros países. Chile tiene potencial para ser un actor relevante a nivel mundial.
¿Cuáles son los desafíos de cara al futuro del CIM UC?
El Centro se propuesto en esta segunda etapa dos enormes desafíos. Por un lado, queremos masificar la edificación en altura, pensando llegar hasta los 6 pisos. Asimismo, estamos poniéndonos la meta de hacer todo el diseño y cálculo para llegar a un edificio de 15. Considerando la condición sísmica de nuestro país, estas son palabras mayores. En este sentido, creo que esto debe ser un desafío país. Debemos pensar en como involucrar a otro actores nacionales e internacionales para enfrentar esta tarea de diseñar el edificio del futuro. Solo en la medida en que colaboremos con una diversidad de actores seremos capaces de liderar estoy proyectos y generar un verdadero cambio en nuestro país.
¿Cómo fomentar innovación en un contexto tan complejo como el que vivimos actualmente?
Todos están hablando de que esta pandemia ha dejado varias lecciones, entre las cuales destaco dos: por un lado, la necesidad de las empresas por transformarse e innovar y la otra, quizás mucho más dolorosa, es darse cuenta que nuestro país tiene un déficit enorme de vivienda y mucho de lo que existe está en un estado de notoria precariedad. Lo anterior no nos puede dejar indiferentes y nos revela que tenemos desafíos como empresa, pero a la vez tenemos un desafío mayor como país. La industria de la construcción tiene un camino arduo en digitalizarse e industrializarse para mejora su productividad y, a la vez, tiene una oportunidad histórica de aportar al país con viviendas de calidad para tanta gente que la necesita. En ambas líneas de acción, la madera tiene un rol fundamental.
¿Qué mensaje compartiría usted con la parte de la industria que aún no se sube al carro de la construcción 3.0?
Les diría que enfrentaremos una avalancha de cambios en los años que vienen. Ya en otros mercados como USA hay mas de 3000 startups que están revolucionando la industria y un flujo importante de recursos de varios Venture Capital invirtiendo en nuevos modelos de negocio que de seguro van a transformar la forma en que construimos nuestras edificaciones. Drones, realidad virtual, BIM y otras tecnologías harán de esta actividad algo totalmente nuevo.
No esperemos a que la industria este totalmente transformada para iniciar los cambios. Hoy es el momento de empezar a incorporar de a poco innovaciones que permitan ir cambiando la cultura de cómo hacemos las cosas.