Buscando entender cómo influye la materialidad de las viviendas en su desempeño térmico interior y eficiencia energética, este estudio expone diversas viviendas a factores de aislación y variables de todo el país para obtener un acabado análisis.
Según estudios realizados en la última década, el déficit habitacional en nuestro país se alza hasta cerca de las 500 mil viviendas, una cifra preocupante y que se proyecta al alza en todo el mundo.
Al mismo tiempo, el sector residencial de nuestro país es responsable del 15,6% del consumo energético del país, el cuál está ampliamente sujeto al consumo de energía para material de calefacción y confort ambiental interior de las viviendas. Para los sectores económicamente más vulnerables del país es aún más difícil alcanzar este estado, y esto se debe a que las construcciones que habitan requieren de mayores niveles de calefacción de los que pueden costear con sus recursos.
Esto plantea una disyuntiva alrededor del confort térmico que los usuarios necesitan en su vivienda y el uso energético asociado a alcanzar este estado, eje esencial a considerar a la hora de diseñar y construir proyectos habitacionales, especialmente para la fracción de la población más vulnerable en materia económica.
Las industrias de la arquitectura, ingeniería y construcción toman un rol clave desde cada una de sus disciplinas, enfrentando este desafío y las oportunidades que conlleva su superación cómo pasos para contribuir al desarrollo de ciudades socialmente integradas y competitivas, además de sustentables en su uso de los diversos recursos.
El proyecto Evaluación de desempeño ambiental interior de viviendas en madera y análisis de costos de operación apunta a aportar a este avance a través de analizar el desempeño de diversas materialidades y sus desempeños cómo aislante térmico, además de los costos que éstas conllevarían tanto en su construcción como en su vida operativa.
Objetivos
Comparar el desempeño de las viviendas a lo largo de su ciclo de vida, considerando el costo de construcción y operación de estas. Este último valor debe dividirse en dos partes, representando los dos mayores costos operacionales de una casa: costo energético fijo y costo de calefacción.
El texto resultante de este trabajo puede usarse para analizar el panorama de la vivienda a lo largo de todo su ciclo de vida en base a condiciones de diversas zonas y regiones de nuestro país, incluyendo diversas variables y sus costos de consumo operacional.
Enfoque
El trabajo de comparación se aplica a las materialidades más utilizadas en construcciones de uno a seis pisos en nuestro país, que corresponden a la albañilería, el hormigón y la madera. Sobre esta base de materiales se realizarán pruebas que simularán tres tipos de requerimientos de aislación: mínimo normativo, intermedio e ideal, los cuales se aplicarán en referencia a cinco zonas climáticas representativas de nuestro país.
Resultados
A raíz de este estudio se pudo determinar de manera cuantitativa que, en la mayoría de los casos, los resultados más económicamente favorables en materia de desempeño ambiental interior corresponden a construcciones construidas o predominantes en madera.
Ejemplo de esto está en tipo de requerimiento de aislación de mínimo normativo, donde las construcciones con madera siempre resultaron ser las más convenientes a lo largo de su ciclo de vida, desde su construcción hasta su operación y el fin de esta.
En un largo plazo, esto podría traducirse a que las viviendas sociales construidas con madera serían más convenientes en la materia de confort térmico y eficiencia energética, gracias a las cualidades físicas del material cómo aislante térmico, haciéndolo una mejor opción para la construcción de proyectos habitacionales con enfoque sustentable.